miércoles, 18 de diciembre de 2013

Teléfono Android, lejos de los niños

Tener un teléfono Android hoy por hoy es casi una obligación. Las cifras de ventas de teléfonos con este sistema operativo se multiplican mientras que para otras plataformas disminuyen o se quedan estancadas. Hay un apartado dentro de Android que me parece preocupante, y él es de los pagos. Primero de todo decir que Google actúa de forma correcta en cuanto a la protección, pero quizás falla en la información que se le proporciona al usuario. Personalmente creo que es insuficiente y que puede llevar a desagradables situaciones.

Al comprar un teléfono Android, estamos obligados a introducir una cuenta de correo Gmail si queremos disfrutar de una experiencia completa del dispositivo, es posible usarlo sin cuenta pero estaremos muy limitados. Al entrar al Play Store nos ofrece la posibilidad del Google Wallet, y es aquí donde creo que se crean los conflictos. Si introducimos una cuenta, creo que el usuario no es realmente consciente de hasta dónde llega la acción que está efectuando, y mucho menos si le dice recordar datos. Eso puede resultar catastrófico y en ese punto es donde Google creo que debería insistir en lo que están haciendo.


El usuario compra un teléfono nuevo y con la emoción de usarlo no es consciente de los riesgos que está teniendo con este apartado, yo personalmente soy de los extremadamente previsores y nunca me voy a encontrar en una situación comprometida con pagos a través de móvil, pero entiendo que hay mucha gente que sí. Activar ese servicio supone que en caso de robo, cualquier persona puede entrar en el Market y gastar cantidades importantes de dinero, y creo que aunque Google ofrezca protección debería obligar a usar más protección, para evitar que aquellos usuarios más confiados o despistados puedan tener un susto.

Con esta reflexión no intento alarmar a los usuarios, ni mucho menos, Google tiene un alto nivel de protección, lo malo es que el usuario no está bien informado, quizás deberían hacer más simple el entender los riesgos que se corren con este tipo de servicios y al dejar activado según qué cosa. Pocas personas leen las eternas normas o condiciones de uso, hay que ser realistas, y hacerlas más sencillas y comprensibles solucionaría muchos problemas.

Conclusiones: no hay que obsesionarse con la seguridad, pero quizás sí que tener claro unos conceptos que muchas personas no los tienen en cuenta. Aceptar el recordar contraseñas como el de pago en Play Store es un tremendo error a no ser que seas una persona que continuamente este comprando. No cuesta nada cuando vas a comprar algo poner el código, y de esta manera nos ahorramos disgustos como el gasto indebido en algún juego. En próximo artículo precisamente trataré el tema del micro pagos, en parte el artículo real del cual ha derivado en este

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