viernes, 1 de noviembre de 2013

Galaxy Gear: los números nos dan la razón

Hace unas semanas, cuando salió a la venta el primer teléfono Android nos hicimos eco de la noticia con un mensaje claro, a día de hoy no vale la pena. No es que seamos más listos que nadie, solo usamos la lógica. Hoy pese a que Samsung es tremendamente hermética al respecto y no da datos oficiales, ya tenemos aproximaciones al respecto y queda bastante claro que los relojes inteligentes hoy en día no tienen cabida, y si la tienen, no de esta manera.

A falta de datos oficiales no facilitados por Samsung, cosa que deja claro que son resultados negativos, si no evidentemente Samsung sacaría pecho como suele hacer, se puede decir sin prácticamente margen de error que los relojes inteligentes son una mala apuesta. Las devoluciones de usuarios que adquieren un reloj inteligente ascienden a un 30% aproximadamente, sin lugar a dudas son unas cifras catastróficas. Que de cada diez usuarios tres lo devuelvan por diferentes motivos es un dato bastante malo.



Porque la estadística es tan mala?, principalmente porque el producto está desubicado, fuera de tiempo, no es su época, todavía le quedan un año o dos para explotar. Si a eso le añadimos que la gente de Samsung a vuelvo a herrar en su producto, se junta un cocktail que hace que el producto no sea llamativo. Principalmente el error reside en que este reloj solo es compatible con la Note 3, y evidentemente poca gente puede permitirse el lujo de comprarse un "phablet" de esas características.

Lógicamente reciben revoluciones, los comerciales/vendedores les venden la moto a los usuarios, nunca mejor dicho y estos usuarios cuando intentan sincronizar el reloj con sus teléfonos descubren la desagradable sorpresa de que no sin compatibles, con lo cual ese magnífico teléfono que podía descolgar llamadas, leer mensaje y hacer de todo, en verdad no hace casi de nada.

A eso le sumamos que aplicaciones compatibles con ese dispositivo hay más bien pica, sin lugar a dudas dejan claro que es un dispositivo absurdo a día de hoy. Para que queremos gastarnos más de doscientos euros en un dispositivo que solo nos va a dar la hora, el tiempo y cuatro tonterías más, cosas que por otra parte ya nos hace el teléfono. A esto hay que añadirle la recarga del dispositivo, con lo cual nos lleva a la conclusión exacta del otro artículo que le dedicamos a los teléfonos inteligentes.

Conclusiones?, este producto ya nació estropeado, falto de cosas, es absurdo intentar sembrar un campo con un Ferrari, es el ejemplo más claro de este dispositivo, es bueno, sí, pero no está adecuado al mundo en el cual vivimos. Se le puede sacar utilidad, es un producto con mucho futuro pero no tiene presente.

Samsung con su típico afán de sacar un producto antes que nadie, ha realizado un absurdo estudio de mercado que tendría que haber indicado que era un producto que no tocaba. Pero bueno, como de costumbre las grandes empresas tienen asalariados ganando mucho dinero para que no sean capaces de ver cosas que cualquier usuario de a pie detecta rápidamente. A este dispositivo le auguramos un buen futuro, pero ahora mismo no tiene sentido.

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