Los fabricantes y operadores se están cargando Android

Después de los datos oficiales después de un mes de vida, y más al tenerlo obligatoriamente que comparar con el rival por excelencia (iOS), tenemos que decir que evidentemente algo sucede en Android y que empieza a ser alarmante. No puede ser que después de un mes Kit Kat esté presente en el 1,1% de los dispositivos, mientras que su eterno rival ha colocado la actualización en el 71% de sus dispositivos. Este dato es aplastante y digno de análisis, por eso desde Androide al mando queremos sacar nuestra propia lectura de todo esto.

Decir que la culpa de que las actualizaciones de software tarden tanto en llegar es culpa de los fabricantes, o de los operadores seria ventajista, principalmente porque son los grandes responsables pero no los únicos, en el proceso de instalación de software influyen varios factores que vamos a intentar explicar para que quede bien claro porque sucede esto y quienes son los responsables y en qué medida.

En el proceso de instalación de nuevo software influyen tres factores, primero de todo el fabricante del chip, el cual tiene que adaptar el chip al nuevo sistema operativo, lo que nos lleva a que como los fabricantes ponen a sus teléfonos diferentes chips para ahorrar en costes, a la hora de actualizar todos esos chips es un caos, hay que recordar que de media el fabricante del chip tarda entorno a uno o dos meses en tener el chip preparado para la actualización.

A continuación entra en escena El fabricante el cual tienes que preparar ese chip listo para la guerra a sus terminales. Hay que recordar que cada teléfono de los fabricantes tienen unas características propias que hacen que se tenga que modificar parámetros para que el sistema sea ligero y tenga ciertas personificaciones respecto a otros modelos. Este proceso suele durar de uno a dos meses más, con lo cual ya nos podemos colocar en los cuatro meses desde que se lanza la actualización.

Por último la madre de todos los retrasos, las operadoras. Aquí es donde los números de disparan puesto que las operadoras tienen un proceso muy lento por el cual tienen que garantizar que el sistema previamente manipulado por el fabricante del chip y del terminal, es perfectamente funcional y no va a dejar con el culo al aire a la operadora que es la que seguramente ha subvencionado el terminal al cliente. En parte es lógico ese proceso pero quizás que se demore de tres a seis meses es algo exagerado. Cierto es que hay muchos terminales que deben pasar por la lupa, pero por estos plazos son desorbitados.

La pregunta del millón. Si Apple tiene que seguir el mismo proceso, porque ellos tienen todo mucho antes?, pues sencillamente porque son más inteligentes. Dejando de lado que en cartera solo tienen un producto el cual es mucho más rápido de actualizar, ellos hacen todo el proceso y luego anuncian la actualización, cosa que en Android no sucede así, se anuncia la actualización y luego se empieza el proceso para desesperación se los usuarios.

Conclusiones: este tipo de situaciones desesperan a los usuarios, y más cuando se vende un sistema operativo preparado para cualquier dispositivo y el cual no va a llegar vi a la mitad de ellos precisamente por el largo y costoso proceso que se destina a ellos. Como hemos podido ver cada parte tiene su parte de culpa en todo este proceso, aunque los fabricantes son los máximos responsables, que por su afán de vender terminales ponen a la venta multitud de ellos dejando luego abandonados a la gran mayoría. De paso desmontamos el mito de que Google es el máximo responsable de retrasar las actualizaciones.